lunes, 11 de noviembre de 2013

Estudio de mercado

Cuando me fui a vivir sola, mi madre sólo parecía tener una única preocupación. ¿Que me resbalara en la ducha, me esnucara y nadie se enterara? No. ¿Quién bajaría a comprarme frenadol a la farmacia si me entraba un gripazo? Tampoco. ¿Que me dejara abierto el gas? Menos. La única preocupación de mi señora madre era la compra.

"¿Y cómo vas a hacer la compra?", me preguntó horrorizada esa mujer a la que llamo mamá. Se me ocurrían tres posibles respuestas:
  1. ¿Ein?
  2. Si conseguí hacer la compra en Alemania, puedo sobrevivir en Madrid (también es cierto que nunca llegué a averiguar en qué pasillo estaba la sal, pero para eso ya había un bote grande en la cocina que decidí que era común).
  3. En el supermercado.
Mi madre, para algunas cosas, es muy de "yo a tu edad" pero para otras parece que se le olvida que soy una persona adulta, con estudios y esas cosas. También se le olvida que en mi barrio hay por lo menos ocho supermercados de cadenas distintas, sin contar el mercado "de toda la vida" y las tiendas de barrio.

De momento, me encuentro inmersa en un proceso de estudio de las posibilidades que ofrece el barrio, que son muchas y muy variadas. Entre los básicos, ya he elegido frutería y en qué supermercado comprar la leche. En otras cosas concretas también tengo favoritos, pero otros productos aún están por definir. Los criterios son: precio, calidad, cercanía y trato.

Por el momento, tengo algunas reflexiones que pueden ser útiles a cualquiera que esté en mi situación:

  • La frutería que está llena de viejas de las que empujan, bloquean el pasillo y se cuelan no suele decepcionar.
  • El té normal del Eroski sabe como el que te sirven en algunos desayunos de prensa y en ciertas compañías aéreas.
  • El té verde con limón del Mercadona tiene cierto parecido con el agua de fregar, pero el Earl Grey es más que aceptable. El rojo también se salva y las infusiones frías debería prohibirlas el Tribunal de Estrasburgo.
  • Las manzanas del Supersol las ha recogido el doctor Zoidberg.
  • Las nueces son caras, da igual cuántos comercios visites para comparar precios.
  • Cola-Cao debería plantearse ampliar la distribución del paquete de 1,2 kilos.1
  • Los yogures de fresa del Supersol llevan un colorante muy chungo que da mucho miedo.
  • Regalo caja casi entera de rollitos de primavera congelados del Lidl. Sólo falta uno.