miércoles, 29 de septiembre de 2010

29-S

Sí, ya sé que el título no es nada original pero es lo que hay. Yo, por mi parte, estoy en el curro, como cada día. Me da igual, llamadme todo lo que os dé la gana, porque estos son mis motivos para venir hoy a trabajar:
  1. Si quisiera hacer huelga, la tendría que haber hecho ayer, porque trabajo en prensa diaria. Por si alguien aún no lo sabe, la prensa escrita diaria hace la huelga el día antes para que el día "de pararse" no haya periódicos en los kioskos.
  2. Creo que la idea de la huelga llega mal y tarde.
  3. Los primeros que deberían aplicarse el cuento de "Así NO" son los sindicatos. Últimamente, se han cubierto de "gloria" y mejor será que no cuenten conmigo para que parezca que hacen algo útil.
  4. No me queda muy claro cuál es el motivo real de la huelga. La reforma laboral no me sirve de excusa por dos razones: a) ya está aprobada; b) antes del verano, cuando se decidió que la huelga sería el 29 de septiembre, no se sabía si la reforma laboral se aprobaría ni cómo sería el texto definitivo.
  5. En el momento en que los sindicatos dejan de estar al servicio de los trabajadores para estar al servicio de sus propios intereses económicos, algo falla. Ejemplo: la huelga de funcionarios se cambió de día porque los sindicatos recibieron una inyección considerable de pasta. Si no me defienden porque prefieren defender sus bolsillos, que no me pidan ayuda. Lo peor de todo es que se enrabietarán al ver que nadie sigue la huelga y se dedicarán a dar por culo y a extorsionar, con lo cual, perderán aún más credibilidad de la poca que les quedaba.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Procesionando

El otro día, salí brevemente de la redacción (lo que es salir del edificio, cruzar la calle y entrar en otro edificio) para hacer una noticia de cultura sobre una maqueta. Eso sí, la maqueta tenía trenes que se movían. Hoy, que estamos en cuadro porque una compañera (somos tres redactoras) está en Navarra, me ha tocado ir a una rueda de prensa sobre el tema más insulso que pueda imaginar la mente humana y, después, al pueblo de al lado, del que no había oído hablar hasta que entré en el periódico.

Resulta que este pueblo estaba en fiestas. Y, como todo pueblo en fiestas, saca a la virgen en procesión. Sí, amiguitos, me han mandado a cubrir una procesión. Y no iba yo sola, llevaba fotógrafo. La verdad es que el fotógrafo tenía más que hacer que yo, porque para escribir una noticia corta sobre que los habitantes del pueblo X han sacado a la virgen de Y en procesión con motivo de las fiestas patronales no hace falta irse hasta allí.

El caso es que he terminado cruzando la procesión desde atrás hacia adelante, en varios intentos fallidos de no perder al fotógrafo. Es lo que pasa cuando tu compañero es un chaval que si separara la ropa oscura y la blanca tendría que poner una lavadora sólo con calzoncillos y calcetines de deporte el día que tocara lavar blanco. En el proceso, varios señores me han empujado y casi me como un lirio cuando una señora me ha agredido (sin querer y por no mirar a su alrededor) con un ramo de flores que, sospecho, iba destinado a la posterior ofrenda floral a la patrona del pueblo.

También he intentado adelantar sin éxito a un voluntario de Protección Civil y he desistido. Por fortuna, he visto a dos señores trajeados que se abrían paso entre la multitud (bueno, lo que se considera "multitud" en un pueblo de 11.000 habitantes) y los he seguido, hasta que he conseguido salir de la procesión, adelantarla y esperar tranquilamente a que la patrona, el cura, la banda militar y toda la comitiva de señores trajeados, niños con globos de Bob Esponja y señoras de traje-chaqueta y pelos cardados llegaran al final del recorrido.

Allí he reencontrado al fotógrafo, que me ha dicho que él pasaba de estas cosas y que volvíamos a la redacción, que ya había tenido suficiente procesión. Normal, al pobre le tocó tragarse también la misa del otro día en El Escorial con Rouco y la señora presidenta.

Ah, se me olvidaba mencionar que para ir a la presentación chorra y a la procesión he tenido que entrar una hora antes de lo normal y que, como sólo éramos dos redactoras, he salido tres horas tarde. No sé ni cómo he podido llegar a casa.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Otra de burocracia

Llevo bastante tiempo preguntándole a mi jefa cuándo me van a hacer el contrato. Hasta que el miércoles, por fin, llamaron de la gestora para pedir mis datos y los del nuevo fotógrafo. Me resultó raro que pidieran tan pocos datos pero pensé que lo mismo mi jefa le había mandado alguno de los que vienen en mi CV.

El jueves volvieron a llamar para pedir número de la Seguridad Social y número de DNI. Ya me parecía raro que no los hubieran pedido el día anterior. Empiezo a preguntarme qué método de trabajo siguen en esa gestora.

Hace un rato, me ha llamado un número que no conocía. La persona que me llamaba era de la gestora y llamaba para pedir mi fecha de nacimiento y mi dirección. Y yo me pregunto, ¿no me podrían haber pedido, al principio de los tiempos, una fotocopia del DNI y otra de la tarjeta de la Seguridad Social?

Se ve que una de las máximas de cualquier trabajo burocrático es "si puedes hacerlo en una semana, no lo hagas en un día".

martes, 14 de septiembre de 2010

Cuadrando horarios (vol. I)

El viernes que, como ya sabréis todos, es mi día libre, aproveché para ir a la piscina a pedir el cambio de horario de las clases de natación que retomaré en octubre. Una compañera intentó cambiarse el año pasado y le dijeron que no, que una vez empezado el curso te aguantabas con el grupo que te hubiera tocado. O algo así le entendí. El caso es que yo necesito imperiosamente cambiarme de horario, porque tengo las clases los martes y jueves a las 17:00 en Fuenlabrada y se supone que salgo de trabajar a las 17:00 en Villalba (o Collado Villalba, que luego mi jefa me regaña por escribir sólo Villalba). Aquí surgen dos problemas:
  1. Aún no se ha inventado el teletransporte para trasladarse al instante desde el punto A (Villalba) al punto B (Fuenlabrada) en vez de tardar hora y media utilizando diversos transportes de ésta nuestra Comunidad (de Madrid).
  2. Aunque existiera el teletransporte, lo de salir a las 17:00 es en teoría porque, como mis lectores periodistas ya sabrán, en prensa se sale cuando termines. Y punto. Da igual que sea una hora antes (que no suele pasar) o dos horas después (que ya es algo más normal).
Es decir, que, sin un horario fijo, a ver qué leches les cuento yo a los señores de la piscina municipal. Hice mis cuentas y lo mejor era cambiarse a miércoles y viernes a las 19:00, así al menos me aseguro un día a la semana y los miércoles que todo vaya bien y no salga tarde. Y a la piscina que me fui, dispuesta a contárselo a quien me quisiera escuchar.

Después de un buen rato andando (porque no me apetecía esperar al autobús), llegué allí y me encontré con un señor jubilado y dos yonkis que estaban esperando al autobús y con la puerta de entrada cerrada. La puerta del aparcamiento sí estaba abierta, así que entré por allí y me encontré con un señor muy majete que me preguntó qué quería y me llevó dentro a hablar con una tal Maite, que me explicó que lo que tengo que hacer es pedir un justificante y llevarlo el día 1 de octubre, aunque no sabe si me atenderán, porque no es horario de oficina, ni si me querrán coger el justificante y cambiarme el horario, porque desde el año pasado no se hacen cambios.

Por cierto, aún figuro en las listas del paro porque todavía no he firmado el contrato.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Carta del señor INEM

Mientras volvía a casa, no sabía si hablar de mi primera semana completa de curro, de los dos días que llevamos sin Internet en el trabajo o de las cosas curiosas que encuentra una todos los días en el transporte público. Y aunque las señoras que leen Crepúsculo dan mucho de sí e Internet es una herramienta indispensable en los medios de comunicación que necesitan continuamente teletipos, notas de prensa, convocatorias y otras fuentes de noticias para salir a adelante, al llegar a casa he encontrado dos cosas: la foto que pongo a continuación y una carta del Servicio Regional de Empleo.


La campaña en japo es curiosa pero cuando lo único que quieres es un ibuprofeno para olvidar la incomodidad de tu silla no tiene tanta gracia. La carta del señor INEM ya tiene algo más de miga. Resulta que, hace un mes o así, me llamaron de la academia donde hice los dos últimos cursos de parados para decirme que ya puedo recoger el título del segundo curso, que me acredita como parada (aún no he firmado el contrato) formada en Photoshop, Illustrator, InDesign, Dreamweaver, html y gestores de contenidos. Cosa rara que me llamaran para recoger el segundo título antes que el primero pero bueno, pensé ingenuamente que podría aprovechar para preguntar por el otro y, con un poco de suerte llevarme los dos a casa.

Hoy, al abrir la puerta de casa, he visto un sobre con la banderita de esta nuesta Comunidad (de Madrid) y mi nombre. Y la he abierto, claro. Dentro decían que ya podía recoger el título del primer curso. Pero... esto tiene que estar mal. Que no, que hay un error en la dirección, que no es el mismo sitio. Hay como unas cinco paradas de metro de distancia entre un lugar de recogida y el otro y sólo se puede ir a por el título de la carta por las mañanas de lunes a viernes. Esto quiere decir que tendré que usar uno de mis viernes (día que no trabajo porque el sábado no hay periódico) para ir de excursión a por los títulos. Entre eso y que tengo que ir a la piscina a cambiarme de grupo y pedir de nuevo el carnet porque lo perdí, creo que el viernes escogido va a ser poco provechoso.