sábado, 26 de junio de 2010

Post egocéntrico

He aprobado el examen de russki con un 94%. Parecerá una chorrada pero, después de tanto tiempo sin ser capaz de encontrar un trabajo, necesitaba algún dato objetivo que me indicara que todavía puedo hacer las cosas bien y conseguir mis objetivos.

jueves, 24 de junio de 2010

Las nuevas tecnologías llegan al INSALUD

Acabo de enterarme de que las nuevas tecnologías han llegado al INSALUD. ¿Cómo? Por teléfono. ¿Por qué? Porque acabo de pedir hora para el médico. El procedimiento ha sido tan extraño como inútil

Voz Femenina - Hola. Ha llamado al servicio de cita automática de blablabla. Si quiere pedir cita con su médico o pediatra, pulse 1 o diga "médico".

Laura - Médico

VF - Diga su fecha de nacimiento, por ejemplo: veintitrés de abril de mil novecientos cincuenta y tres; o marque de la siguiente manera; día - asterisco - mes - asterisco - año

[paso de decir la fecha vamos a teclearla]

VF - Su fecha de nacimiento es

Voz Masculina - Ocho de octubre de mil novecientos ochenta y cinco

VF - ¿Es correcto? Si es correcto, pulse 1 o diga "sí"

L - Sí [cada vez me siento más estúpida]

VF - A continuación, diga su nombre y sus apellidos

L - Laura Xxxxxx Xxxxxxxxxx

VF - Su nombre es

VM - Laura Xxxxxx Xxxxxxxxxx

VF - ¿Es correcto? Si es correcto, pulse 1 o diga "sí"

L - Sí

[momentos de silencio]

VF - Le pasamos con su centro de salud

Señora del centro de Salud - Centro de salud Xxxxx, ¿qué desea?

L - Hola, quería pedir hora para la doctora Xxxxx Xxxxxxxx

SCS - ¿Su nombre?

L - Laura Xxxxxx Xxxxxxxxxx

SCS - ¿Para esta tarde a las cinco y diez?

L - De acuerdo.


¿Y para esto tanta máquina y tanto pifostio?

martes, 22 de junio de 2010

Consecuencias del mundial

Consecuencias del mundial...
  1. La Casa de Brasil en Madrid cambia las fechas de algunos exámenes de portugués
  2. La Fudación Alexander Pushkin de Madrid adelanta la hora de la fiesta de fin de curso de los alumnos de ruso
  3. El busca-balas busca información sobre Corea del Norte (y su líder) compulsivamente

... y sus correspondientes explicaciones
  1. El viernes se enfrentan Brasil y Portugal. La Casa de Brasil ha decidido poner pantallas gigantes y cobrar la entrada a 5€ con consumición. Con la que se va a liar, ya me contarás tú quién es capaz de hacer un examen de portugués.
  2. Esta tarde, me ha llamado la secretaria de la Fundación Alexander Pushkin para avisarme de que adelantan la hora de la fiesta de fin de curso del viernes a las 18:30. A la hora que estaba puesta, no iba a ir ni el Tato, porque estaría en el bar viendo el partido España-Chile junto con gran parte de los alumnos de ruso.
  3. Tras enterarse de la noticia de que Corea del Norte ganó a Brasil 29-0, con 28 goles del líder Kim Jong Il, el buscabalas ha decidido seguir indagando en ese océano de información que es Internet para descubrir qué otras proezas está consiguiendo la selección norcoreana (y su líder) sin que el resto del mundo se entere

jueves, 17 de junio de 2010

Maravillosa colección de palmaditas virtuales internacionales en la espalda (en inglés)

MODELO 1:

Dear Laura

Many thanks for your application for the post of xxxxxxxxxxxxxxx. After careful consideration, I am sorry to advise you that we will not be progressing any further with your application.

Unfortunately due to the high number of applications we receive, we are not able to provide feedback after the application screening stage.

We would like to retain your details for approximately 12 months, in case any suitable positions arise during that time. If you would prefer us not to, please contact our recruitment team on the number shown on our “Contact Us” website/intranet.

If you have not done so already, we recommend that you take advantage of our email Job Alert Service so that you can receive the latest vacancies as they arise. You can register by simply entering in your e-mail details at the bottom of the results page of your search enquiry and save your details to register your interest.

Many thanks once again for taking the time to apply and we wish you every success in the future.

Regards
xxxxxxxx Recruiting Office


MODELO 2:

We refer to your application for xxxxxxxxx, Start up! International program for high potentials..

Your application was given serious consideration on the basis of your education and background. However we regret to inform you that you have not been successful on this occasion.

We appreciate the interest you have shown in xxxxxxxx and wish you the best of luck in the future.

Kind regards.


MODELO 3 (sospechosamente parecido al 2)

We refer to your interest for xx Eurograduate Programme.

During the Berlin Event, you have met Eurograduates from xx and left them your CV.

We reviewed your profile (education and background, ...). It was given serious consideration, however we regret to inform you that you have not been successful on this occasion.

We appreciate the interest you have shown in xx and wish you the best of luck in the future.

Kind regards.

viernes, 11 de junio de 2010

2x1

Así aprovecho el post para publicitar un nuevo blog que he abierto. Intento darle una salida a todo el material que recopilado durante este tiempo de búsqueda de empleo. A la vista está que a mí me ha servido de poco pero quizá alguien pueda aprovecharlo y tenga más suerte que yo. Además de los enlaces y los recursos (que aún me quedan muhcos por publicar), hago referencias a informaciones que encuentro por ahí sobre el mercado laboral. Esperemos que el blog tire.

Siguiendo con el tema de la búsqueda activa de empleo, ayer por la mañana fui a una reunión informativa de Eures (la red de empleo de la Unión Europea). Ya me he cansado de echar solicitudes de las que luego ni te llaman en España y he decidido que quiero volver a Berlín. ¿Es fácil? No. ¿Es posible? Todo es proponérselo (y seguro que conocer gente allí sirve para algo, aunque sea para que alguien te revise las faltas de ortografía de la carta de presentación).

¿Que aprendí en la reunión de Eures? Poca cosa, porque ya conocía a esta gente de las conferencias de trabajo internacional que había en la universidad y llevo tiempo con mi cv en varios idiomas registrado en la web. También me dieron unas fotocopias con direcciones "útiles"; creo que las tengo repetidas dos veces más. Salí de allí con tres conocimientos nuevos:
  1. Las prestaciones por desempleo se pueden exportar, que no me sirve de nada, porque tendré unos 5-6 meses cotizados y con eso no hay derecho a prestación.
  2. Las ofertas Eures tienen una banderita de la Unión Europea. Las "no Eures" (sin banderita) son de los servicios de empleo del lugar en cuestión, que según nosequé normativa están obligados a publicarlas. Esto si fue útil, porque las que no tienen banderita siguen procesos normales (entrevista in situ y demás parafernalia que no se puede hacer a distancia). Adivinad a qué categoría pertenecían todas las ofertas que encontré ayer por la tarde.
  3. Puedes mandarles un mail a los consejeros del lugar al que te quieres largar exponiéndoles tu situación para que te aconsejen y te digan qué posibilidades tienes. Según la señora que dio la charla, en todas las oficinas de la red hay Euroconsejeros que hablan español menos en las de Irlanda. Mentira, adivinad qué otra oficina no tiene consejeros que hablen español.
En vista del éxito, he decidido continuar la búsqueda por mi cuenta. Si no encuentro nada para mí, por lo menos el otro blog va a engordar considerablemente.

miércoles, 9 de junio de 2010

Seguimos enredando con el blog

Primero fue la plantilla. Después descubrí la creación de páginas y ahora me he puesto a enredar con ellas. Como se podrá ver (menos para los lectores de RSS, por supuesto), la cosa ya va teniendo otra pinta. He añadido una sección de fotos, quitando los enlaces de la barra lateral a mis álbumes. También he añadido otra sección de la Ruta 66 y estoy pensando si hacer lo mismo con el Camino de Santiago.

De cualquier manera, vamos a ver el resultado:


martes, 8 de junio de 2010

Día 16 (08-05-2010)

Hoy, el día empieza muy pronto y no se sabe muy bien cuándo acaba. Cosas de los cambios horarios, que salimos de San Francisco un sábado y llegamos a Madrid un domingo.

¿Recordais mi incidente con la cena? Pues al final no fue algo malo. De hecho, a la mañana siguiente mi estómago y yo estábamos ferpectamente y los demás aún se estaban acordado de de las dos pizzas. Pues mira, eso que gano.

Nos levantamos vete tú a saber a qué hora pero aún es de noche y son menos de las 4, porque es la hora a la que nos ofrecen ir en el bus que lleva a la gente de los hoteles al aeropuerto y les decimos que es demasiado tarde. Pedimos un taxi y el recepcionista nos ameniza la espera contándonos que él y su mujer no viajan al extranjero porque a él le dan miedo los aviones y a su esposa le dan miedo los barcos. Cuando llega el taxi, vemos que lo que nos han mandado es algo parecido a nuestro Explorer sucio, pero amarillo y más pequeño, que huele raro por dentro y conducido por un señor que no sabemos si es así o es que viene de empalmada después de haberse hecho amigo del tipo de la camiseta de la selección de fúrgol de Croacia. Al igual que sucedió en Las Vegas, volvemos a temer por nuestra vida.

Llegamos al aeropuerto sanos y enteros, sacamos nuestras maletas y facturamos directamente a Madrid. Aunque nosotros tengamos que pasar por Chicago, donde cogeremos un vuelo de otra compañía (nuestra querida Iberia), nos dan esa opción en el mostrador de American Airlines. Pues casi mejor.

Nos vamos de la cola de la facturación a la cola del control de seguridad. En los cartelitos vemos que tienen activada la alerta antiterrorista naranja (pues no son exagerados ni nada). Aquí sí hay que quitarse los zapatos pero esta vez no he venido preparada con los calcetines de descalzarse en público, sino que llevo unos calcetines blancos de deporte. Pasamos el control y esperamos al embarque. Todo va bien y sin retrasos y subimos al avión a la hora prevista. En cuanto puedo reclinar el asiento, aprovecho para echar un sueñecito.

Llegamos a Chicago, salimos a la zona de los equipajes y comprobamos que no han abandonado nuestras maletas en la cinta de recogida. Después salimos, vamos al mostrador de Iberia a por las tarjetas de embarque y esperamos un buen rato a que abran los mostradores de facturación. Hechos todos los trámites, nos ponemos a la cola para el siguiente control.

Nos toca un segurata majete que sabe español pero poco. Nos dice que "los zapato directo", lo que interpretamos como "pongan los zapatos en la cinta, por favor". También nos pregunta como se dice "X-ray" en español pero lo más aproximado que conseguimos de él es "raños equis". Al final, el del restroom le dice que también se puede decir "escáner" y el tipo, ya feliz y contento, pide a todos los pasajeros que pasen por el escáner. Yo no sé lo que estará viendo esta gente en la máquina de "raños" pero nos tienen retenidos un buen rato esperando con nuestras bandejitas de plástico llenas de trastos.

Después del control, nos toca esperar muuucho tiempo. La historia de las tres horas de retraso del vuelo Chicago-Madrid ya la expliqué en otro post (bueno, en realidad hablo de ello en dos post, uno de ellos con explicación del vuelo Madrid-Berlín incluida), así que no me repito y doy la Ruta 66 por terminada. Encantada de tenerlos a todos ustedes por aquí.

lunes, 7 de junio de 2010

Día 15 (07-05-2010)

Hay que dejar la habitación antes de las 12 pero hay un pequeño problema: el busca-balas y yo nos hemos dormido porque se nos olvidó poner el despertador y nos despertamos a las 11:15. Llamamos a los otros dos por teléfono para comentarles el percance y parece que no tienen mucha mejor organización. Uno de ellos se quedó dormido encima de la cama con la ropa puesta y ha amanecido en la misma posición, sin saber ni cómo ni cuándo se quedó dormido. El otro también está perjudicado por los excesos de la noche anterior pero se le nota menos porque es más hablador y más activo.

Mientras desayunamos, los dos resacosos nos cuentan que entablaron amistad con un tipo que llevaba una camiseta de la selección de furgol de Croacia. Este señor les invitó a unos chupitos, de ahí parte del estado en que los encontramos por la noche tras la llamada a las gordas (porque no eran gruesas, eran gordas).

Llamo a recepción para avisar de que necesitaremos unos minutos más pero nadie coge el teléfono. Como lo de dar aviso no funciona, recojo las dos llaves y las dejo en recepción mientras los resacosos terminan de guardar sus trastos en las malesta. Las llaves no son necesarias para cerrar pero sí para abrir, así que más les vale no dejarse nada.

La primera visita de hoy es a una lavandería. No me quedaba ropa limpia, era algo necesario, y además cuando llegue a Madrid tengo que salir pitando para Alemania y ni tengo tiempo para lavar ni tengo tanta ropa. Echamos la mañana en lavar ropa y además nos ponen una multa de aparcamiento porque no hemos calculado bien el tiempo y el parkímetro se ha quedado a cero.

Salimos del centro de la ciudad hacia el aeropuerto, que es donde tenemos que devolver el coche y donde está el último motel del viaje. Pero antes de llegar, nos desviamos para comer y probamos el pollo de Popeye's, que tendría que haberse exportado a Europa en lugar del Kentucky. Después de ponernos hasta arriba de pollo por un módico precio, nos vamos al motel, localizamos Hertz y vamos de excursión a un centro comercial para hacer algunas compras. Mi madre se ha acordado el último día de viaje de que quiere una camiseta negra (como si no hubiera tenido tiempo) y habrá que llevársela.

Después de buscar sitios para cenar, nos conformamos con dos pizzas del Pizza Hut para llevar, que nos zampamos en la habitación del motel. Después, ellos van a devolver el coche y yo me quedo en la habitación y aprovecho el momento de tranquilidad (bastante largo, porque tienen que volver a pie) para ducharme y ver un poco la tele.

Como vamos a dormir muy poco, la habitación que hemos cogido tiene dos camas para los cuatro. Para lo poco que vamos a dormir hay muchas ganas de dar por culo, como si nos hubiéramos aguantado poco durante el viaje. Primero fue el manso, que cumplió su amenaza de amenizar la noche (siempre con mi oposición) con grandes éxitos pachangueros de principios de la década (la de los dosmiles, que no sé cómo se llamará).

En una de estas, enganchó a su compañero de cama y se pusieron los dos a ver sabedios qué vídeo. El busca-balas decidió aprovechar este momento de camaradería y despiste para atacar mientras yo le cubría. A la señal del buscabalas, me muevo en la cama para hacer ruido que disimule que él también se está moviendo. Se prepara y salta en la cama sobre los otros dos. En cuestión de microsegundos (recordemos: un microsegundo es el tiempo que pasa entre que la luz del semáforo se pone en verde y el de detrás te pita), el busca-balas cayó sobre la otra cama, el manso pegó un bote y apareció en la puerta (que ya de paso abrió, por si había que seguir huyendo), el hombre del restroom echó al busca-balas de la cama, que terminó en el suelo, se levantó y fue corriendo en paños menores hacia el manso.

Para hacerlo más divertido, podría decir que salieron los dos en paños menores corriendo por el exterior de la segunda planta del motel pero sería mentira. En vez de seguir haciendo el moñas, decidimos que ya va siendo hora de dormir algo pero poco (el vuelo sale a las 6:10). Como yo me he portado bien y todavía no he dado por saco a nadie, me tiene que pasar algo. ¿El qué? Pues que la cena me ha sentado como una patada en el estómago y me obliga a correr hacia el baño. Ahora sí qué podemos dormir, que mañana nos espera un día muy intenso.

Foto del día: no sé qué es pero es la última foto que hice en San Francisco.

jueves, 3 de junio de 2010

Día 14 (06-05-2010)

Dejamos el coche en el parking del motel, donde, inexplicablemente, también hay un Ferrari, y nos vamos a hacer turismo a pie. Creo que es la segunda vez que andamos en todo el viaje. La primera fue en el Gran Cañón y todos estábamos tan atrofiados después de tanto tiempo sin movernos del coche nada más que para comer, dormir, echar gasolina e ir al restroom que al día siguiente teníamos agujetas. En San Francisco nos fue mejor, a pesar de las subidas y bajadas.

Visitamos una calle que es de bajada con cinco curvas, fuimos al puerto, hicimos una excusión muy chunga con un barco a Alcatraz (bueno, a ver Alcatraz, porque no nos bajamos) y probamos suerte con la comida en el barrio italiano. No fue como esperábamos y nos costó un buen rato encontrar un restaurante. Luego volvimos al puerto para ver el submarino Pampanito.

Con mi carnet de la biblioteca de donde estudio ruso y el carnet de estudiante del busca-balas, pasamos los cuatro como universitarios con entrada reducida. El busca-balas hace de guía (cada uno tiene su tipo de frikismo) y nos ahorramos los 2$ de las audioguías, que da la casualidad de que son iPod Shuffle (igualito que en el Gugenheim de Bilbao, que eran unos cacharros negros enormes).

Después volvimos a por el coche, para cruzar el Golden Gate y después subir a un mirador a ver la ciudad entera desde arriba. En una guía online, el busca-balas había visto un centro japonés que parecía bonito. Lo buscamos, nos perdimos (incluso siguiendo al GPS, que ya es triste) y por fin lo encontramos. Era una mierda pero al menos teníamos localizado Japantown.

Volvemos otra vez al motel y, con Japantown ya localizado, hacemos otra vez el intento de la comida japonesa de verdad, rica y barata. Nos sale estupendo: 15$ por persona y terminamos bien llenos de muchas cosas ricas, entre ellas un sushi maravilloso. Ahora estaría bien salir un rato a tomar algo.

Tenemos miles de bares cerca del motel, así que dejamos el coche aparcadito y vamos a pie. Vemos un sitio que tiene buena pinta pero hay una pega: ¿dónde está la puerta? Pensamos que quizá se comunique con el de al lado, entramos y resulta que no tienen nada que ver. El sitio en cuestión deja mucho que desear, así que seguimos investigando y vemos otro más lleno y parecido a los pubs irlandeses que hay por aquí en cantidades ingentes.

Hacemos nuestros pedidos y el busca-balas pregunta al camarero si esto que estamos pidiendo es muy común por aquí. Casualmente, lo de ellos sí, a mí me dice que el vodka con limón no lo pide nadie y que es una cosa muy europea. Después de la segunda ronda, el busca-balas y yo nos marchamos y los otros dos se pasan a los vasos más grandes que tenía el local (que son, más o menos, del tamaño de los vasos grandes de Ikea). Espero que no tengan ningún problema, porque hemos dejado solos a los que menos inglés saben.

Al rato, llamada telefónica a nuestra habitación. Es el del restroom y tiene voz de llevar una moña considerable. Parece ser que han llamado a dos chicas (él dice que eran gruesas, yo digo que eran gordas) que se hospedan en otra habitación del mismo motel. Las intenciones que tenían ellos podían ser sanas o no, depende ya del criterio de cada uno, pero ellas han amenazado con llamar a la policía.

Hacemos una reunión de emergencia en la habitación de ellos y decidimos que yo iré a pedirles disculpas. Si después de mis grandes habilidades comunicativas están receptivas, les endosamos a los dos chicos y sus respectivos pedales y las dos botellas de cerveza de raíz que nos regalo Gary Turner y nadie fue capaz de beberse como muestra de buena fe. Antes de mandarme al peligro, nos aseguramps de que tienen la luz encendida para no molestar y vemos que han salido de la habitación para fumar.

Bajo y veo que de cerca son más grandes de lo que yo creía. Sobre todo una de ellas que es muy alta y puede dejarme K. O. de una bofetada. Cada vez entiendo menos por qué las han llamado. Miro hacia la ventana de la habitación donde me esperan y veo que, por alguna razón que no alcanzo a comprender, han apagado la luz, aunque distinto al manso agazapado entre la ventana y la cortina. Vamos Laura, sé valiente y demuestra que un título del Trinity College sirve para algo.

La más grande parece muy muy muy molesta y es la que me contesta, de mala gana, mientras la otra me mira como diciendo "la que te han liado". La otra está algo más receptiva pero no tanto como para convencer a su amiga de dejarse encasquetar a estos dos. A ver, sabemos que no os han despertado porque teníais la luz encendida y entiendo que os habrá molestado que os llamen dos veces seguidas a la habitación unos desconocidos. Aceptan mis disculpas (las palabras literales fue "aceptamos tu disculpa, cariño") y entiendo que no hay nada más que hacer. Quizá las dos chicas sean pareja, quién sabe.

Vuelvo al campamento base, les cuento a los tres qué ha ocurrido y dejamos a los dos perjudicados durmiendo la mona.

Foto del día: cuidado, que vienen curvas.

miércoles, 2 de junio de 2010

Día 13 (05-05-2010)

Oficialmente, ayer llegamos al final de la Ruta 66. ¿Por qué sigo? Pues porque seguro que alguien se me enfada si dejo el viaje a medias, aunque los últimos días no formen parte estricta de la Ruta.

El plan de hoy es ir a Laguna Seca y, después, seguir hasta San Francisco. Por el camino vemos los famosos viñedos californianos y todos nos echamos un sueñecito durante algún momento del viaje. Ya hemos terminado, tenemos derecho a descansar ¿no? Además, ahora vamos más relajados porque no tenemos que estar pendientes de introducir continuamente direcciones en el GPS, de consultar las guías o de buscar en el atlas por dónde sigue una carretera que ya no existe.

Pero lo primero de todo es salir de Los Ángeles. Aprovechamos para ver alguna última cosilla por la mañana, como las urbanizaciones de lujo donde viven los famosos. No tenemos ni puñetera idea de dónde queda pero yo, que estoy muy puesta en los asuntos de Hollywood, conozco el nombre de la calle donde comienza ese barrio, así que la ponemos en el GPS. Después de un rato dando vueltas por allí y constatando que, efectivamente, esas casas son muuuy caras, nos encontramos con la camioneta que hace el tour guiado para los turistas y decidimos seguirlos.

Sin audioguía no es lo mismo pero no pienso pagar para que me metan en una furgoneta con el techo cortado y bancos anclados al suelo, que es donde llevaban a los turistas. A pesar del apaño, reconozco que tuvimos una falta de previsión muy grande al no agenciarnos uno de esos famosos mapas de las casas de las estrellas que se venden por todas las zonas turísticas de Los Ángeles.

Salimos de Los Ángeles y el coche nos pide que le echemos gasolina. No pasa nada, encontrremos una gasolinera antes de que la reserva se agote. Ahí va, si era esa salida. Nada, pues habrá alguna más cerca, busquemos en el GPS. Pues no, la que nos hemos pasado era la más cercana y ahora hay que volver. Estupendo el coche tiene tantas millas de autonomía como las que quedan para llegar a la gasolinera. Con expectación, vamos mirando a la pantallita del GPS, que marca la distancia que queda, y al panel del coche, que nos avisa de la autonomía. Al final llegamos a la gasolinera con una milla de autonomía en la pantallita verde. Uf. Ya que hemos parado, aprovechamos para comer, que va siendo hora.

Continuamos hasta Laguna Seca, donde llegamos ya hacia el final de la tarde. Hemos preguntado por teléfono antes de salir de Los Ángeles si se puede visitar el circuito pero, aún así, buscamos a alguien con quien hablar para que nos indique por dónde podemos pasar y por dónde no. Como era de esperar, no encontramos a nadie en las oficinas. Después de dar muchas vueltas, vemos a un ranger de los que vigilan el complejo (circuito, parque y camping) y le preguntamos si se puede visitar el circuito, por dónde podemos entrar y cómo llegar al sacacorchos.

Seguimos enredando por la zona, hacemos fotos y yo me quedo por ahí enredando con la cámara. Cuando me quiero dar cuenta, el manso y el del restroom han saltado la valla y se han colado en la pista. Y el busca-balas ya iba hacia ellos para hacer lo propio. Menos mal que el ranger no nos ve, que era muy grande. Aunque lo único que nos prohibió fue meter el coche en la pista (cosa totalmente normal y comprensible).

Después de esta visita cultural, seguimos hasta San Francisco, donde llegamos a las mil de la noche. El hotel es un motel, eso sí, muy bien situado y de tres plantas. El ascensor suena raro, es viejuno y huele raro (prefiero no saber a qué huele). En general se podría decir que el motel ha sobrellevado mal el paso del tiempo, sobre todo las puertas. Viendo cómo es el hotel por fuera, me espero cualquier cosa de las habitaciones, y no buena precisamente.

Tras pasar varias veces las tarjetitas magnéticas por la ranuera, ver cómo se enciende la lucecita verde que indica que podemos abrir y que las puertas no se abran, por fin conseguimos entrar ¡Copón! La habitación no es como yo me la esperaba: muebles nuevos, nevera, máquina de café, baño reformado, despertador eléctrico y lo mejor de todo: una tele muy grande de pantalla de plasma. Pues para estar así de bien y además en una calle principal de la ciudad la verdad es que ha salido muuuy bien de precio.

También estaría bien ir a cenar, que todavía no lo hemos hecho. Los restaurantes cercanos al hotel, que son muchos y muy variados, quedan descartados por la hora. Lo único que queda abierto es un Taco Bell + Kentucky Fried Chicken (comparten local), donde presenciamos una peregrinación de extraños personajes, no todos ellos con la excusa de estar borrachos.

Después de la cena y de leer los mensajitos de los sobres de limpiarse las manos (el del busca-balas decía algo así como "pídele a alguien que se case contigo"), volvemos al hotel, nos duchamos, nos vamos a la cama y comprobamos que la tele funciona correctamente. Cuando cerramos los ojos eran las 01:35.

Aún no hemos podido ver nada (bueno, sí, la gente rara del Taco Bell y cómo los cables de los trolebuses echan chispazos) pero San Francisco tiene buena pinta. A ver qué nos depara mañana, a la luz del día.

Foto del día: atardecer en Laguna Seca.

martes, 1 de junio de 2010

Día 12 (04-05-2010)

La gasolinera más barata del pueblo está a 3,05$ el galón, que comparado con los 2,70-2,80 que veníamos pagando en otros estados es una pasada. Esos 3,05$ se convierten en 3,15$ por pagar con tarjeta de crédito. Hay una oferta que te deja la gasolina a 2,95$ si lavas el coche pero ni queremos lavarlo ni nos compensa el precio del lavado con lo que vamos a ahorrar.

Los pueblos de California que nos quedan hasta llegar al final (Santa Mónica) tienen poquito que ver. La mayoría de las cosas que vienen en la guía son carteles que se ven perfectamente sin bajar del coche, por lo que hoy pasaremos la mayor parte del tiempo en el coche.

Uno de los carteles que vienen en la guía es el de un restaurante que hace hamburguesas de búfalo. Mira, pues esto nos interesa y, ya de paso, paramos a comer. Ese cartel es más complicado de encontrar, porque nadie se ha acordado de podar las plantas de alrededor en décadas. Después de cuatro hamburguesas de búfalo (una para cada uno, no me seais bestias), seguimos hasta Los Ángeles, que ya es civilizado (aunque a su manera, que todos hemos visto alguna vez Ley y Orden) y no tiene nada que ver con lo que hemos visto hasta ahora.

Ya en Santa Mónica, intentamos averiguar cuál es el final de la Ruta 66. Las guías dicen que hay varios y los vamos poniendo en el yi-pi-es a ver si damos con alguno que esté señalizado como final de la Ruta 66. Sólo queremos una señal, una placa, una indicación o cualquier cosa que marque que ya hemos llegado. Cerca de la playa, vemos por casualidad una señal de la Ruta 66 clavada al lado de un puesto de información turística. Aparcamos cerca, nos hacemos fotos con ella e, inmediatamente después, sale la señora del chiringuito de información a quitarla y meterla dentro. Vale que Los Ángeles no es como los pueblos de Missouri pero tampoco nos la íbamos a llevar puesta.

Divisamos la playa a través de la espesa niebla y decidimos acercarnos al agua que ninguno de nosotros se ha remojado los pieses nunca en el Pacífico. Nos quitamos las zapatillas y los calcetines y tiramos con ellos en la mano hasta la orilla. El día es de todo menos playero pero a saber cuándo volveremos a ver el Pacífico. El agua del mar está helada, así que decidimos que lo mejor para bañarse es tirar de la piscina del hotel. Aunque esté al aire libre, el agua está estupenda pero al salir nos congelamos (el clima no acompañaba).

Después de ducharnos y establecernos, vamos a dar un paseo por Hollywood. Aviso a quien quiera ir: pasad de los actores actuales, es imposible hacerse una foto con sus huellas en el teatro Chino. Sobre todo si vas buscando a Johnny Depp, porque había un corro de unas 50 niñatas pegando voces alrededor del trozo de cemento con su nombre.

Para cenar, tenemos una idea maravillosa: entrar en algún barrio asiático (Koreatown, por ejemplo) en busca de sushi de verdad y barato. La idea era buena pero nos encontramos con dos problemas importantes: el idioma (los sitios que podrían servir a nuestro propósito tienen los letreros y las cartas en japonés y coreano) y el horario (aquí también cierran pronto).

Al final vamos a lo de siempre: Hooters. Aunque esta vez sí nos falló. Llegamos por los pelos (20 minutos antes de la hora de cierre) y nos fuimos molestos con la camarera. La señorita Sherry (que así se llamaba) pasaba de atendernos y fue a sentarse a una mesa donde estaban montando un escándalo tremendo y tenían monopolizadas a varias camareras. Espero que la propina que dejaran esos tipos fuera buena, porque nosotros pasamos de hacerlo.

Oficialmente hemos terminado la ruta pero aún quedan cuatro días de vacaciones. Antes de dormir, nos reunimos los cuatro en una de las habitaciones para buscar el alojamiento en San Francisco y mirar si podemos ir a Laguna Seca antes. El busca-balas se encarga de manejar el portátil. Detrás de él, íbamos leyendo la información que aparecía en pantalla mientras el bajaba el scroll. De pronto, el scroll deja de bajar. Habrá visto algo. Pero si en esa parte de la pantalla no hay nada. Esto... bien se ha quedado dormido, creo que podemos dar el día por terminado e irnos a la cama.

Foto del día: playa de Santa Mónica.