miércoles, 30 de septiembre de 2009

Fin de mes

Septiembre termina sin que sepa nada de la entrevista de trabajo que hice la semana pasada. Eso va a ser que sigo en las listas del INEM, porque el trabajo en cuestión empezaba mañana. Pues nada, ellos se lo pierden.

Mi situación económica aún no empieza a ser alarmante (no tengo vicios caros y las bodas ya pasaron) pero no sé estarme quieta y no puedo tirarme más tiempo metida en casa. Y el consejo de Patri de "tómatelo como unas vacaciones en las que te subes por las paredes a cada momento" no me consuela (lo siento, es lo que hay). Ahora entiendo yo a las señoras que se apuntan los martes y jueves a pilates, los lunes y miércoles a bailes regionales y los viernes a arreglo floral.

En vista de que no me va el arreglo floral (y soy alérgica al polen), soy nula para cualquier tipo de baile (incluido el regional) y que a mí eso del pilates me suena a aburrido, seguiré el procedimiento del año pasado: actualizar el curriculum, imprimir miles de copias, repartirlas por Forempleo (la semana que viene en el Campus de Leganés de la UC3M), apuntarme a los cursos del INEM y esperar a que algún organismo público (el año pasado fue la Unión Europea, éste le toca al Instituto de Comercio Exterior) me conceda una beca y me mande a las verdes tierras centroeuropeas.

La única diferencia con el curso 2008-2009 es que ya no tendré alemán dos tardes en semana. He cambiado la cerveza por el vodka (sé de una que ahora mismo se estará riendo de esta frase y pensando en mi mala reputación, de la que tendré que defenderme pronto públicamente) y voy a aprender ruso. Pero eso lo dejaremos para otro post, que da más de sí que esta actualización por vergüenza (por vergüenza de llevar tantos días sin hacer nada).

viernes, 25 de septiembre de 2009

Semana ajetreada. Viernes: notas de la EOI y extracción de muelas (vol. I)

Y termino la semana empastillada y con media cara anestesiada, dos puntos en la boca, una muela en el bolsillo, cierto regustillo a sangre (no está mal pero siempre sabe mejor la sangre ajena) y el último curso de alemán aprobado. Sí, habéis leído bien: alemán aprobado.

Esta mañana he ido a la Escuela Oficial de Idiomas a ver mi nota de la redacción. Bueno, y el resto de notas, porque lo más que nos habían dicho era "apto" o "no apto". A mí me sigue gustando más eso de "inepto", voy a iniciar una campaña para pedir que lo utilicen en los exámenes oficiales. Pero esto es otro tema que no viene al caso, porque estamos diciendo que fui a ver mis notas. Al final, la que había pasado el oral justita era otra Laura (eso me pasa por tener un nombre tan común), porque cuando he visto la nota numérica no me lo podía creer. Y la profe me ha felicitado por la redacción, así que he salido de allí con el ego por las nubes y la tranquilidad del que termina algo que le ha costado cinco años de su vida.

Pero la tranquilidad ha durado poco, porque esta tarde tenía cita con el dentista para que me quitara una muela del juicio. Yo creía que iban a ser dos pero no, sólo una por vez (y espérate tú que al final no sean cuatro veces, que las de arriba están dudosas). Por si fuera poco, hay gente tan maja que te dice cosas como que te han dado cita "casi a la hora de los toros", seguido de cosas como "imáginate a tu dentista vestido de banderillero".

Al final ha ido bien, he terminado rápido y lo único que me ha dolido han sido los pinchazos de la anestesia. Después me han drogado y sospecho que, de un momento a otro, empezarán a tirarme los puntos. Lo voy a flipar en cuanto se me pase la anestesia. Ahora estoy como Stalone, con la mitad del labio inferior caído y problemas para vocalizar.

Os pondría una foto de la muela, porque me la he llevado a casa, pero ahora mismo da un poco de asquete, toda llena de sangre, con las marcas de las pinzas y un trozo de encía pegado. Si alguien se me ha traumatizado, le diré que la visión mental que está teniendo es mucho peor que la realidad, que tampoco es para tanto. La enfermera me ha dicho que la meta en lejía o agua oxigenada, para que se quede blanquita.

Lo que más me preocupa no son los puntos, sino que, cada vez que me entre hambre, tendré que comerme un yogur y en la nevera sólo hay ocho y son de tamaño normal. Teniendo en cuenta que soy un modelo compacto pero no de bajo consumo, los ocho yogures me van a durar poquito.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Semana ajetreada. Jueves: examen escrito de la EOI

Ahora mismo estoy en una postura tan extraña como incómoda, con los pies encima de la mesa y con el cuerpo como si me hubiera pasado por encima un camión de ocho ejes. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que seáis poco exigentes con el post.

El orden del examen era: comprensión lectora, comprensión auditiva, expresión escrita. Como todos aprobamos el oral, teníamos que ir todos a hacer el escrito. Tampoco es que fuéramos muchos, que en alemán somos poquitos (creo que nos presentábamos diez).

Como hay que aprobar todas y cada una de las partes por separado, la profe lo ha enfocado como una eliminatoria. Está bien, así no tienes que aguantar el sufrimiento de la expresión escrita (sin duda, la parte más pesada de los exámenes oficiales) si has suspendido otra cosa. En la primera criba se han ido cuatro. En la segunda no se ha ido nadie. Para la definitiva habrá que esperar a mañana.

Y después de la juerga de hacer un examen de cuatro horas y media en alemán, llego a casa y me encuentro una impresora en mitad de la entrada, la lavadora en medio de la cocina medio destripada, maletas abiertas repartidas por la casa y que mis padres no están. Para eso se podrían haber quedado en Benidorm.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Semana ajetreada. Miércoles: Patri en Madrid y más cosas

Patri ha venido a Madrid a visitarnos. Y, ya que se ha hecho unos cuantos kilómetros para vernos, he cogido Metrosur-Cercanías-Metro para comer con ella (y con las otras cuatro compis). Me he levantado prontito para poder estudiar antes de irme, ya que tenía que hacer unas cosillas por ahí. Cosas que desvelaré a su debido tiempo, si a nadie le da por hacer spoilers. Ya que estaba, también he comprado un regalo para un cumple, soy así de apañada.

He llegado al lugar de la quedada pronto, para mi sorpresa. He mandado un mensaje indicando en qué salida del Metro estaba y, como aún tenía que hacer tiempo cuarto de hora, he dado un paseíto por los alrededores. A los tres minutos, suena mi móvil.

Patri - No te vemos
Yo - He ido a dar una vueltecilla, ahora vuelvo al metro
Patri - Vale. Estamos al lado de una señora que vende flores

¿Flores? Yo no recuerdo flores. Había un banco, zanjas de obra y nosequé de una universidad. A ver a qué salida las he mandado... Coño, si calle arriba hay otra salida de metro, a ver si van a estar ahí. ¿Cómo puede ser que llegando la primera y avisando a las demás dónde estoy sea yo la que se pierde? Vamos a comer, que hay hambre.

La comida muy buena, el restaurante muy agradable y el camarero muy salado (Patri se lo quería llevar a casa; lo que no sé es qué opinaría su marido). Hemos dicho muchas tonterías, hemos compartido historias absurdas y me he dado cuenta de que mi reputación va empeorando por momentos [nota para mis amigas: la próxima vez que habléis de mí, intentad no usar las palabras "cerveza" y "vodka", os lo agradeceré eternamente].

Después, vuelta a casita a estudiar, con parada en el trabajo del cumpleañero, que me pillaba de camino. Hay que ser buena amiga, que el siguiente cumple es el mío :P (8 de octubre, podéis empezar a mandar vuestros regalos ya mismo).

El estudio... bueno, digamos que no ha sido todo lo productivo que debería. Aunque, pensándolo bien, nunca lo es. He hecho una pausa voluntaria (porque estaba hasta las narices de repasar vocabulario alemán, que todas las palabras son iguales) y otra obligada (por mis padres, que están en Benidorm y me llaman todos los días a contarme lo mismo). En la pausa voluntaria, he aprovechado para mirar el correo, responder e-mails y mandar mensajes de motivación a algunos compañeros de la EOI. En la pausa obligada, he aprovechado la interrupción para ducharme, cenar y actualizar el blog con este maravilloso post que estáis leyendo ahora mismo.

Ahora tengo que volver al estudio. A ver cuánto tardo en saturarme.

martes, 22 de septiembre de 2009

Semana ajetreada. Martes: examen oral de la EOI

Instrucciones para hacer un examen oral de la Escuela Oficial de Idiomas:
  1. Levántate con los nervios de punta
  2. Ve varias veces al baño
  3. Tómate una tila (a ser posible doble) antes de salir de casa
  4. Decide que mejor la tila será simple, por si te da modorra
  5. Desplázate al lugar del examen
  6. Llega allí y descubre que la persona con quien tienes que hacer el examen está aún más neviosa que tú
  7. Siente miedo, porque todo apunta a que tu compañera te va a potar encima de los nervios que trae
  8. Nota como se disipa el efecto de la tila y arrepiéntete de que no fuera doble
  9. Espera a tu turno
  10. Ponte nervioso (aún más que cuando te levantaste) durante tu monólogo
  11. Siente ganas de echarte a llorar y salir del examen
  12. Déjate de tonterías y tira pa'lante
  13. Termina el monólogo
  14. Trágate el monólogo aburrido y largo de tu compañera. Si tienes la enorme suerte de hacer el examen en trío, trágate dos monólogos aburridos y largos
  15. Intenta llevar un diálogo fluido sin que te pisen
  16. Despídete del tribunal examinador y vete a esperar a que el resto de alumnos que se presentan terminen para recibir tu nota (apto / no apto) [o mejor "inepto", como han sugerido por ahí durante la espera]
A pesar de todo, he aprobado. Justita, pero he aprobado, que es lo importante.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Semana ajetreada. Lunes: entrevista de trabajo

Empiezo el lunes madrugando. ¿Por qué? Muy sencillo: entrevista de trabajo para la Consejería de Cultura. Bueno, sólo ha sido medio madrugón, porque al final no me he levantado a la hora prevista. Me visto bien, me pongo zapatos, me hago la raya del ojo (bueno, de los dos) y salgo pitando porque ya no me da tiempo a desayunar. El Alien se queja pero paso de él, ya lo alimentaré cuando termine.

A ver en qué estado llego a la entrevista, que entre la mala noche que he pasado y el hambre que tengo... Tú no pienses en eso (sí, a veces me hablo a mí misma). Es mejor pensar en que, de los seis o siete que estábamos citados, sólo tres hemos llegado a la hora que nos han dicho. Eso incrementa mucho mis posibilidades, porque hay dos puestos. Estaría bien currar en ese sitio, sobre todo porque tienen una terraza muy apañada en la azotea.

Por fin salen a llamarnos, entregamos los curriculums y, al cabo de un rato (unos 15-20 minutos tarde), comienzan a llegar el resto de candidatos. ¿Es que ya nadie se toma en serio las entrevistas de trabajo? Luego que si no encuentro trabajo por culpa de la crisis, que si la gente va enchufada, que si escogen a dedo, que si el INEM me tiene manía...

Por alguna razón extraña y después de un rato largo revisando los curriculums, han decidido que seré la primera entrevistada. No sé si eso es bueno o malo pero la impresión que me ha dado es que parece que les he caído en gracia y que les gusta mi curriculum variado: desde empaquetadora de regalos en la campaña de Navidad de El Corte Inglés (el único lugar del mundo donde la Navidad empieza el 1 de diciembre) hasta tertuliana de radio, pasando por maquetadora de libros de bragas.

Lo bueno de entrar la primera es que me han soltado la primera y he podido volver prontito a casa a dar de comer al Alien, que ha venido quejándose todo el trayecto en metro (unos 20 minutos, no ha sido tan grave). El resto de la mañana la he pasado limpiando un poco (tampoco mancho demasiado) e intentado estudiar alemán para el capítulo de mañana, "Semana ajetreada. Martes: examen oral de la EOI".

Una de mis amigas y ex-compañera de la universidad también tenía una entrevista esta mañana. También la mandaban allí desde el servicio regional de empleo pero ha tenido menos suerte que yo: la oferta era errónea y no buscaban periodistas, sino abogados y auxiliares administrativos. Le han dicho que vuelva a casa, y parece ser que no de muy buenas maneras.

En las entrevistas hemos tenido distinta suerte pero a las dos nos ha pasado algo extraño. Un misterio que, de momento quedará por resolver: nos ha llamado al móvil un número muy largo más o menos a la misma hora. No tenemos ni puñetera idea de qué es, porque estábamos cada una en una línea de metro y hemos visto el aviso al llegar a nuestras respectivas casas. Y como las centralitas son tan... así, no podemos llamar para averiguar qué era. ¿Llamarán mañana?

domingo, 20 de septiembre de 2009

Mi Noche en Blanco

Ir a la Noche en Blanco (o a cualquier otro lugar) con mis amigos es sinónimo de desorganización y desastre. Y ayer no fue para menos. Si al caos que ya traemos de serie le sumamos la desorganización general de los lugares a los que fuimos, peor todavía.


Nuestro plan era empezar a las 21:00 con una pelea de gallos en Plaza de España (capricho de uno de mis amigos), pasarnos por una exposición sobre la caída del muro de Berlín y terminar haciendo un circuito a pie llamado "Un Madrid de película". Ni que decir tiene que ni de coña cumplimos el plan previsto.

Tuvimos la feliz idea de ir a Madrid en coche. Lo que se dice llegar, llegamos a las 21:05. El tema de aparcar ya fue más jodido y terminamos dejando el coche en un sitio dudoso (de si nos multarían o no) pasadas las 10 de la noche. Era tarde, teníamos hambre y desistimos de ir a la pelea de gallos (bieeeeeen), así que fuimos a por algo para cenar a un kebab cerca de la Plaza de los Cubos. Normalmente, no suele estar muy lleno pero anoche parecía la línea 1 de metro a las 8 de la mañana. Pedimos para llevar y nos tiramos allí hasta las 23:00. Cuando por fin sale nuestra cena, resulta que la señorita que atendía los pedidos no nos había hecho ni puto caso y nos dio dos döner. De puta madre, porque somos tres.

A las 23:15 decidimos largarnos del kebab, dejar allí esperando al que no tenía cena e ir a recoger los pases para "Un Madrid de película", en la Plaza Mayor. Encontramos la oficina de turismo de Madrid media hora después. Lo interpretamos como una buena señal, porque han empezado a dar los pases hace cuarto de hora y no hay cola. Le preguntamos a la señora del mostrador, que es un poco lerda y no se entera de nada. Después de diálogos tan absurdos como "Pero, ¿a qué hora habéis abierto? - No, si no hemos cerrado" o "¿Hasta qué hora habéis estado repartiendo pases? - Hasta las 3:30 [señora, que no son ni las doce, ¡cámbiele la pila al reloj!]" averiguamos que, en vez de a las 23:30, como ponía en el programa, han empezado a repartir entradas a las 22:30.

Salimos fuera, nos reunimos con que se había quedado en el kebab y empezamos a mirar el programa en busca de una alternativa. Me llama la vaga, que andaba por ahí con sus amigas. Para poder oirla, me meto en el primer hueco que veo, huyendo del ruido de la Plaza Mayor, y me echan. Nada, no nos podemos unir a su plan porque aún no sabe qué va a hacer. Después de muchas divagaciones, decidimos ir a la exposición sobre el muro de Berlín en el Instituto Goethe, que está a tomar por culo de donde estábamos nosotros. Ponemos rumbo al metro y comprobamos que hay gente que debería pedir un permiso especial para salir de casa.

Llegamos allí, bebimos cerveza, nos comimos un bretzel, participamos en las actividades, nos dieron regalitos (ositos Haribo, chapas con palabritas en alemán y un lápiz), mis amigos me amenazaron con que voy a suspender los exámenes de la Escuela Oficial de Idiomas (ya lo que me faltaba) y nos largamos de allí. ¿Y ahora qué hacemos? Por allí cerca estaba la Academia de Cine, donde proyectaban una serie de 1990 llamada "La mujer de tu vida".

Y allí que acabamos la noche, viendo capítulos de "La mujer de tu vida" hasta las cuatro y pico y comiéndonos las gominolas del Instituto Goethe.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

La larga espera

En teoría hoy, 16 de septiembre, salen los resultados del examen de inglés para las becas ICEX. Se trata de hacer un montón de pruebas, todas ellas eliminatorias, y pasarlas airosamente para que te paguen un máster y te manden un año a currar a una embajada española en el extranjero. El día 5 hice el susodicho examen de inglés y ahora mismo estoy esperando a que publique la lista de aprobados en la web.

La primera prueba fue en julio y fue rara. En toda España éramos unos 3.600 (2.100 en Madrid). De todo lo que hicimos aquel día, sólo corrigieron el psicotécnico, que pasamos unos 870 (redondeando). Por lo visto, estoy lo suficientemente loca para entender un test de esos pero no tanto como para completarlo. Eso me capacitaba para presentarme al examen de inglés, ese idioma que abandoné hace años por el alemán. Pues nada, habrá que prepararse.

Y me preparé. Aunque, cuando vi el examen escrito, no sé muy bien para qué. En cuarto de hora ya había leído el texto, los 50 huecos con sus correspondientes opciones (era tipo test) y contestado a las que sabía seguro. Luego di varias vueltas más, hasta que me aburrí, vi que alguien salía (nunca salgo la primera de un examen, es una manía que tengo) y me largué.

Y a esperar. Y esperar y esperar y esperar... durante dos horas y media, que era el tiempo que quedaba hasta mi examen oral. Es lo malo que tiene que te toque el último turno. Lo bueno es que oyes a la gente hablar sobre qué temas han puesto y cómo son los examinadores. En general, los examinadores eran majetes y en los temas había de todo: agencias de viaje por Internet, la Segunda Guerra Mundial, el abuso de poder, una señora que cría gatos en su casa...

Sí, reíros de la señora que cría gatos pero casi era mejor que el tema que me tocó a mí: el Tribunal Internacional Penal, la inmunidad de los jefes de Estado, el genocidio en Sudán y la represión policial. No sé qué decir en español, como para sacar algo en inglés.

En fin, se hizo lo que se pudo. Esperemos que el resultado me corresponda.

Actualización: ¡¡¡¡¡¡¡he aprobado!!!!!!!

lunes, 14 de septiembre de 2009

Elige una vida

Elige una vida. Elige un empleo. Elige una carrera... Sí, señores, es la intro de Trainspotting (no me gusta empotrar vídeos en los post, parece que estás obligando a la gente a verlos). La carrera ya la tengo y por duplicado, con el consiguiente doble sablazo en el pago de tasas oficiales. El televisor grande que te cagas llegó hace una semana. Y el resto como que me da un poco igual pero el empleo está cada día más cerca.

Por si alguien no se acuerda, recibí dos citaciones del Servicio Regional de Empleo. Una era para el viernes y la otra para hoy. Como todos los organismos públicos, tienen cierto descontrol, porque se supone que una misma persona no puede recibir más de una oferta. Una vez allí, me explicaron que eso me pasa por hacer las cosas por duplicado y que tenía que elegir una oferta.

Os ahorraré el sufrimiento de leer dos reuniones exactamente igual de aburridas pero distinto día, a distinta hora y con distintos asistentes e iré directamente al resultado, que es lo que todo el mundo está esperando: el lunes que viene tengo que presentarme a las 9:30 en un centro cultural a que me entrevisten, tirarme el rollo e intentar causar buena impresión para que me contraten.

Ventajas: trabajo de funcionario (para una Consejería de la Comunidad de Madrid, concretamente) jornada intensiva de mañana, cerca de casa(de mis padres) y pagan de puta madre. Inconvenientes: no es prorrogable y tendría que encargarme de alguna que otra actividad para estudiantes de secundaria (con la poca paciencia que tengo).

Que les den a los inconvenientes, el sueldo compensa aguantar adolescentes.

sábado, 12 de septiembre de 2009

La permutación de la corbata

"La permutación de la corbata" es el título de una interesante teoría que salió en una conversación con Hell's Tea durante el descanso del café. Bueno, en nuestro caso el descanso era para achicharrarnos la lengua con el té del infienno y decir absurdeces. ¿Y a cuento de qué viene sacar ahora esta teoría? Pues a cuento de ver cómo mi padre se está apañando sin ningún problema para ir a la cuarta boda de 2009.

A lo que vamos: según "la permutación de la corbata", cualquier hombre tiene suficiente vestuario para todos los actos sociales de su vida con un traje, dos camisas y tres corbatas.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

En busca de la demanda de empleo perdida

Hoy mismo, han llegado a mi buzón una invitación de boda (estoy empezando a preocuparme) y una carta del servicio de empleo de la Comunidad de Madrid. Por lo visto, tengo que ir pasado mañana a una entrevista en la Oficina de Empleo de Azca. No sé muy bien para qué es, porque sólo viene un numerito muy largo (y hoy estoy vaga y me da pereza ponerme a buscar).

Como sospecho que mi demanda sin empleo está sin actualizar (es lo que suele ocurrir después de tres meses en el extranjero y otros dos de dejadez plena), he ido a buscarla para actualizarla por Internet. Problema: gracias a un trabajo temporal de cinco días, tengo dos demandas. Y da la casualidad de que la que he encontrado no es la buena.

Como soy una persona organizada (no confundir con ordenada), tengo todos mis papeles de persona adulta convenientemente guardados en carpetas. Comienza el rastreo:
  • Carpeta 1: papeles de inscripción al Instituto Municipal de Vivienda, pidiendo un piso de protección oficial que no me dieron.
  • Carpeta 2: matrículas de 5 años de universidad y tarjetón con las notas de selectividad.
  • Carpeta 3: certificados de la Universidad, de la Escuela Oficial de Idiomas y de un curso de Photoshop de 55 horas.
  • Carpeta 4: curriculums desactualizados.
  • Carpeta 5: contratos de trabajo, certificados de la Seguridad Social, un manual del becario de un medio de comunicación y declaraciones de la Renta de los últimos 5 ejercicios fiscales. En esta carpeta descubro que mi renta per cápita anual es similar a la de Afganistán.
  • Carpeta 6: papeles de un curso de Avid y un simulacro de examen de la escuela de idiomas (esto último se ha traspapelado, obviamente).
  • Carpeta 7: papeles del banco, cartillas, pasaporte (¿?), fotos de carnet de cuando tenía 19 años (cuesta reconocerme pero salgo mona) y cuatro papeletas para el sorteo de un viaje.
La demanda de empleo sigue sin aparecer, lo que significa que tendré que perder una mañana en el INEM. Aunque lo mismo soy la poseedora de una papeleta agraciada con un viaje a vete tú a saber dónde y no me he enterado.


Ya fuera del contenido del post, felicitemos todos a Irene, que hoy cumple años.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Septiembre, mes de coleccionables

Hace unas semanas, María hablaba sobre el mes de agosto en su blog. Y, en los comentarios de este post, salió el tema de septiembre y los coleccionables. ¡Ya están aquí!

Entre las promociones de los periódicos y los típicos coleccionables absurdos que salen todos los otoños, los kioskos están llenos a rebosar. Como no tengo nada mejor que hacer (a ver, sigo sin trabajo) y mi madre me ha mandado a comprar la Pronto, les he echado un vistacillo a los coleccionables. Atención a lo que he encontrado:
  • Tazas de los Beatles
  • Guía de belleza
  • Sellos y billetes de la Segunda Guerra Mundial
  • Hello Kitty Party (que nadie se deje engañar por el nombre, es una vajilla)
  • Vajilla Pocoyó
  • Biblioteca Star Wars
  • Figuras Marvel de colección
  • Zippo Collection
  • Grandes diccionarios
  • Espinete y Barrio Sésamo
  • Punto de cruz
  • Curso práctico de dibujo y pintura
  • Selección de Joyas literarias juveniles (de cuando mi padre era joven)
  • Construye el Titanic
  • Curso de inglés (antes molaban más porque había para elegir inglés, francés, alemán, italiano y ruso)
  • Curso de baile
  • Dibuja manga y anime
  • V
  • La casa de la pradera
  • Setas ibéricas (sin duda, mi coleccionable preferido)
Si no has encontrado un coleccionable a tu medida, prueba suerte en las webs de las dos empresas de coleccionables por excelencia (1 y 2).

jueves, 3 de septiembre de 2009

Diez cosas que no deberías hacer cuando te entren

En vista de que mi integridad física os importa un carajo, tendré que volver a los contenidos prácticos de servicio social. Vosotros lo habéis querido.

Toda acción provoca una reacción (tercera ley de Newton). Partimos de la premisa de que la entrada se ha efectuado correctamente, que él no es representante de anchoas y que la actuación no ha sido digna de formar parte de las diez frases que no deberías decir para ligar.

Situación 1:
Ella - Espera, espera... es que me gusta mucho la canción que están poniendo.

Situación 2:
Él - Hice un módulo de carrocería.
Ella - Entonces, ¿podrías arreglarme un golpe que me dieron en el coche el otro día?

Situación 3:
Ella - Ay, lo siento. Es que ahora estoy pasando por una racha un poco extraña [y comienza a contarle sus penas al pobre chaval]

Situación 4:
Él - ¿Ya te vas?
Ella - Sí, mira qué hora es.
Tres minutos después, vuelven a cruzarse en el mismo local.

Situación 5:
Él - Eres muy simpática.
Ella- Sí pero ¿sabes quién es más simpática? Mi amiga [y le encasqueta el tío a la amiga]

Situación 6:
Ella (heterosexual) - Es que... estoy con ella [señalando a una amiga al azar]

Situación 7:
Día del orgullo gay en Chueca...
Él 1 - Venga, que te invito a una copa.
Él 2 - Espera, que aviso a mi novia.

Situación 8:
Él - ¿A qué te dedicas?
Ella - Estudio Xxxxxxxxxx. ¿Y tú?
Él - Yo {cualquier ingeniería}.
Ella - Anda, tengo varios amigos que estudian eso y están bastante puteados. Bueno, uno tiene xx años y aún no la ha terminado, que digo yo que ya va siendo hora.
Él - Yo tengo xx años.
Ella - Ya, bueno, pero él está haciendo la técnica.
Él - Yo estoy en la técnica.

Situación 9:
Él - Eres muy guapa.
Ella - Y esa chica de allí también, mira.
Él - Ya, bueno, pero...
Ella - Y además es rubia. Vete con ella.

Situación 10:
Ella echa mano a la entrepierna de él y dice "¿Y con esto pretendes entrarme?".

Por supuesto, cosas del tipo contestar con monosílabos, girarse, huir, vomitar o dar números de teléfono de 8 cifras (yo prefiero los de 10, allá cada uno), no tienen espacio en mi sección de consejos prácticos.